Hay una diferencia entre basura y resto, el arte, tanto el pictórico como el escultórico o literario, se construye de restos, reciclar el arte refiere, en alguna medida a la inspiración de los artistas plásticos que proponen un nuevo concepto sobre su producto o producción o ambos.

También el arte reciclaje es una tendencia, recuperar los materiales desde un rol de desperdicio, es un punto de vista artístico que presupone desarmar una funcionalidad y convertirla en otra.

En parte bajo el concepto de concientizar, el arte reciclado propone un componente de desfiguración, desarmar la identidad del objeto, pero dejar el asomo del origen, como una señal de que lo que fue, puede ser otra cosa, lo desechado puede convertirse en arte e incluso en otro objeto útil, funcional a otros propósitos respecto al origen.

Materia prima que termina en la basura, en las calles, se convierte en Arte encontrado, la basura es un poco más difícil, convertir la estética del deshecho en una experiencia sensorial, es un desafío artístico interesante.

Aunque reciclar para convertir en arte es antiguo la problemática actual agudiza la tendencia, la reflexión acerca del estado de la naturaleza y el desperdicio innecesario ha generado movimientos no sólo conservacionistas, sino también corrientes artísticas, como la idea de recuperación de elementos descartados el objet trouvé una propuesta en contraste con las poéticas del romanticismo, el idealismos, e incide sobre la impronta del pragmatismo, donde se presta menos atención al canon, a lo impuesto, y se concentra en la forma del objeto, Arte del objeto, se impacta sobre los discursos artísticos, rompen la tradición de legitimación del arte para darle al objeto mismo estatuto de obra.

La artista plástica Silvia Albuixech, en parte de su obra, que denomina Tiempo, da cuenta desde la perspectiva de épocas de rupturas de objetos encontrados que van formando parte de la naturaleza, en algunos casos, del cuerpo en otro, como una señal de intervención en todos los órdenes.

El arte del reciclaje interviene un elemento y ofrece darle una vida diferente. El reciclado del arte actúa sobre el estilo del artista plástico, lo que suele definirse “período” de un artista, la diferencia entre el arte del reciclaje y el reciclaje del arte, a veces es un punto de foco, el artista participante como elemento de su propia obra, ya que él es un elemento necesario para la obra, por lo que las diferenciaciones, que suelen ser intentos infructuoso de nombrar, precisamente lo que el arte hace lo imposible de nombrar.

Los artistas del reciclaje, en una mirada superficial, funcionan como limpiadores o concientizadores, la diferencia está en el ojo del que lo mira, como el arte mismo.

Las personas sensibles trasladan el gesto y la inquietud que irradia la obra y la convertirá en un acto de belleza, en un acto de conciencia, en un despertar a lo que se dirige el futuro; el arte intenta precisamente eso, que no resulte indiferente, el asombro o admiración por la habilidad del artista en producir conversiones, es insuficiente para el tipo de artista que recicla, hay un mensaje inherente, una preocupación por el presente y el futuro, una visión de fe en el observador y, por sobre todo, una sensibilidad despierta a experiencias trasmisibles más allá de la propia habilidad. Compartir la visión del objeto como un intruso, que aunque transformado y posiblemente bello, no deja de ser un peligro y una advertencia sobre las consecuencias que puede provocar en el futuro del planeta.