in our time de Ernest Hemingway 1
En Consejos de escritores 7, mencioné la 'teoría del iceberg' de Ernest Hemigway –como Hubert y Feraud, los protagonistas de El duelo, de Conrad, tengo mi historial de justas con Jorge Luis Borges y Ernest Hemingway. En algunos casos llevo la divisa de Feraud, en otros la de Hubert–, quedé en comentarla y, en base a ella, rastrear la historia oculta de las dos partes de 'El gran río de los dos corazones'.
Uno propone y los libros disponen, el sábado 7 de julio de 2018, leí en un suplemento cultural por Internet la noticia del lanzamiento de la primera edición en español de En nuestro tiempo, de Ernest Hemingway, publicada en inglés como In Our Time –ahora con mayúsculas–, libro del que ignoraba su existencia. He dejado, para monjes y eremitas, la paciencia; navegué por cinco ventanas por Internet, conocí la historia del libro y obtuve una copia –mejor: transcripción– de la edición de 1924 que leí de un tirón el domingo 8. El martes 10 compré En nuestro tiempo en la librería de Pablo, el amigo que, los viernes por la tarde –para que leerlos el fin de semana y devolverlos el lunes–, me presta cosas como: la saga Millenium, 40 sombras de Grey, y la serie de Falcó –nadie es perfecto–. Me fui por las ramas, voy por partes; es para disfrute.
Luego de la experiencia como enfermero en la primera guerra mundial, Ernest Hemigway regresó a su país en 1919, trabajó en Chicago para la revista del Toronto Star, conoció a Sherwood Anderson y a la que sería su primer esposa, Elisabeth Harley Richardson; veloz como Speedy Gonzáles, en 1920 se casa con Harley y resuelven radicarse en Europa, la idea era vivir a Italia, pero Sherwood Anderson lo convenció de radicarse en París.
En diciembre de ese año, la pareja ya vivía en París, aparte de su trabajo como corresponsal del Toronto Star, el joven Ernest Hemingway llevaba cartas de recomendación de Sherwood Anderson para: Gertrude Stein, Silvia Beach y Ezra Pound. Ciertamente, el aprendiz de escritor no hizo lo que Benjamín Otálora cuando conoció a Azevedo Bandeira y no rompió las cartas de Sherwood Anderson. La librera, la escritora y el poeta influirían en el Bildungsroman –mejor: Künstlerroman– que el alter ego de Nick Adams, Ernest Hemingway, habría de escribir y cuyo personaje principal sería él mismo. Sin lugar a dudas, el primer capítulo fue in our time –ahora con minúsculas.
Entre 1920 y 1923 el joven corresponsal viajó por Turquía, Italia, España, Austria, Alemania y Suiza, y cubrió, como corresponsal para el Toronto Star, los incidentes de la guerra greco turca, y distintos encuentros y conferencias internacionales; donde el mundo intentaba reorganizarse luego del Tratado de Versalles. Durante ese período, también escribió notas sobre dos de sus pasiones; una vieja: la pesca; otra nueva: la tauromaquia. De las dos extrajo vivencias que volcó en los relatos e incubó la 'teoría de la omisión' o 'teoría del iceberg'. Los tres contactos parisinos fueron piedras basales en su futuro como escritor. Además, Silvia Beach, la librera, lo orientó en su formación como lector y le presentó al que fue uno de sus grandes amigos y admiradores: James Joyce; Gertrude Stein, la escritora, lo introdujo en el mundo del arte, fundamentalmente en la pintura; Ezra Pound, el poeta, le presentó a Ford Madox Ford. Éste último dijo, con espontánea sinceridad, que Hemingway era el mejor estilista de prosa del mundo y, sin más, le ofreció ser editor de su revista the atlantic review; por aquellos años el destierro de las mayúsculas de los títulos era una marca que identificaba. En 1923 suceden acontecimientos claves para Enest Hemingway: nace su primer hijo y publica, en París, Three Stories and Ten Poems; no estoy anoticiado de que, para ese entonces, haya plantado algún árbol. En 1924 publica, también en París, in our time –ahora con minúsculas.
Como Ulises, luego de que sus compañeros abrieron el odre de los vientos de Eolo, navegué por el mar cibernético –ya que no diez años: dos días– y comparto mis aventuras literarias. La primera edición de autor en octavo de in our time fue de 300 ejemplares numerados pero, por un error de impresión, sólo salieron 170 a la venta y reunía 18 relatos muy breves (vignettes), titulados chapter –en minúscula– 1 a 18. El libro tenía apenas 30 páginas y, en la contraportada, una xilografía de Ernest Hemingway, éste detalle, al igual que el diseño de tapa y contratapa –una suerte de collage en cuatro idiomas, de titulares y bajadas de diarios–, revelan que Ernest Hemingway asimiló las enseñanzas de Gertrude Stein y sintonizaba con tendencias vanguardistas del momento. Para los fetichistas del libro como objeto se pueden conseguir ejemplares de esta edición y su precio, en dólares, es de dos dígitos seguido de cuatro ceros. Otra opción es conformarse con la edición facsimilar de 1977 –que se limitó a 1700 copias– cuyo precio baja a dos dígitos y un cero.
A partir de 1925 el libro fue reeditado pero con el agregado de unos 15 cuentos intercalados, entre otros: "En el muelle de Esmirna", "Campamento indio", "Luchador", "Gato bajo la lluvia", para concluir con "Río de los dos corazones I" y "Río de los dos corazones II"; posteriormente, todos estos relatos fueron recopilados en otros libros de Ernest Hemingway. Esta disposición de 1925, con algunas variantes, es la que se conoce hasta hoy como In Our Time y que acaba de ser publicada por primera vez en español, hace un par de meses, y cuya versión leí y cotejé, el martes 10 de julio, con la versión de 1924 en inglés. Mis conclusiones: me quedo con la edición original, no me gustan las traducciones de los 18 relatos originales y resolví traducirlos con el agregado de notas poniéndolos en contexto.
Porque lo cautivante de los 18 relatos de in our time en su estado puro es que revelan una suerte de bitácora o carta de marear cifrada de lo que habría de ser la poética de Ernest Hemingway; también una prolepsis de toda su obra venidera. Además, muchos de ellos son como sinopsis o resúmenes previo a relatos; a veces frases breves no escandidas por signos de puntuación, salpicadas de términos del lenguaje coloquial o argot cotidiano. Pero estos detalles quedan para el futuro y los iremos viendo en las próximas entregas de estos textos que iré subiendo a la Internet.
A continuación el primer relato de in our time: 'capítulo 1', pasen y lean:
capítulo 1
Todos estaban borrachos. Toda la sección estaba borracha avanzando por el camino en la oscuridad. Ibamos a Champagne[1]. El teniente seguía cabalgando hacia los campos y le decía: "Estoy borracho, mon vieux[2], te lo digo. Uf, estoy en pedo." Fuimos la noche entera por el camino y el asistente seguía cabalgado junto a mi cocina y diciéndome: "Debes apagarla. Es peligroso. Pueden verla". Estábamos a cincuenta kilómetros[3] del frente, pero el asistente estaba preocupado por el fuego de mi cocina. Era divertido avanzar por aquel camino. Esto fue cuando yo era cabo cocinero.
[1] En las ediciones posteriores a la de 1924 este relato aparece entre el primer relato largo: "On the Quay at Smirna" ("En el muelle de Esmirna") e "Indian Camp" ("Campamento indio). El hecho de que en la versión original de in our time, este relato abra la serie indica el "ojo" que tuvo Hemingway al elegir este relato que, en la parte oculta del iceberg, esconde la historia de la marcha de una compañía de infantería francesa rumbo a la región de las Ardenas donde se libró la Batalla del Marne en 1914; donde se frenó el avance alemán y comenzó la guerra de trincheras, un hito en la memoria colectiva francesa –baste recordar los históricos "taxis del Marne" y nuestro tango El Marne 1919.
[2] Del original en bastardilla: en francés: "Mi amigo".
[3] En las ediciones posteriores a la de 1924, fue corregido por "quince kilómetros".