Qué relación existe entre los géneros policial y ciencia ficción
Ya hay bastante cuestión sobre el término literatura latinoamericana, pues los escritores prefieren suscribir a la idea que el “ser” latinoamericano, no es un género, tal vez una temática; pero singularmente el corpus literario que han generado los escritores latinoamericanos, o mejor dicho hispanoamericanos es tan potente que ya es muy difícil discutir el término.
Un paso atrás, aunque ya más acotado a nuestro país, hay relevancia en términos de desarrollo entre géneros, pareciera que vaciláramos entre tipo de ficción, y en nuestro país, específicamente el policial.
La mayoría de nuestros escritores han cedido a la tentación de incursionar el género de suspenso, policial, o novela negra; quizás la razón que más se esgrime para ello, es el desafío de presupone ubicar una trama de algún tipo que compita con famosas de detectives, o épocas, o grandes novelas de suspenso europeas o norteamericanas, la razón de ello es precisamente la idiosincrasia de lo latinoamericano, la forma de relacionarse con el poder, con la policía; las circunstancias de personajes que emulen detectives o profesión parecida es difícil de asociar a personalidades locales.
Corre la misma suerte, la ciencia ficción, en este caso en el género historieta, es difícil en países que no se caracterizan por las innovaciones en áreas de ciencia y tecnología o que al menos están atrasadas en ello, crear ideas que revolucionen el género.
En ambos casos hay honrosas excepciones, en la ciencia ficción, en el género historieta, Ficcionario, una historia futurista que siempre me ha fascinado, una gráfica excelente, del estilo realista y ambientes muy detallados de un futuro en donde el personaje es un antihéroe que sobrevive en esta propuesta del autor argentino Horacio Altuna, con el que es fácil identificarse, un “perdedor” para el que las más pequeñas conquistas son como revanchas contra el sistema, pero que pasea en sí mismo las miserias que ve en los demás, un modo muy gráfico de vernos a nosotros mismos, con nuestros dobles discursos del “ser nacional”. El Ficcionario ya aparecen las distopías, tan de moda, en un mundo ya estragado por la corrupción y la decadencia. Una historieta que representa de muchos modos la idea de un futuro que se parece bastante a la actualidad.
La otra historieta, más famosa y ya inmortal, El Eternauta, de Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López; más específicamente ubicada geográficamente en Buenos Aires, historieta que clavó una espina en el centro neurálgico del género, ya que ubica al personaje en nuestra realidad geográfica e incluso el perfil de los personajes locales.
Cómo llevar a cabo historias que parece que no pueden ocurrir en Argentina, es un guante que algunos escritores han sabido sortear muy bien. Roicardo Piglia es mi referente en el género del policial, ya que no pudiendo confiar el rol del héroe a un policía y la figura del “detective” es extraña, eligió un rol para su personaje que le permitía llevar a cabo el trabajo de investigar sin sonar inverosimil, Emilio Renzi es periodista, lo que lo coloca en el lugar necesario para llevar adelante las investigaciones sin parecer forzado.
Tanto el suspenso, como la ciencia ficción comparten, en la constelación de géneros, la dificultad de colocar una trama que incorpore la idiosincrasia de nuestro país y tenga en cuenta la cosmovisión propia.
Se suma a ello el hecho de que si hay tema policial, en nuestro país, la política y la corrupción son insoslayables, estamos hechos de jugos del ciclon político que nos afecta, no tenemos programas sobre cómo descubrir asesinos, como los nortemaericanos CSI, en los que la tecnología es el protagonista pricinpal, a la par que la ciencia, en nuestro país, en la TV, vemos que la policía no se acomoda a la funcionalidad del género a que nos acostumbran las series extranjeras y mucho menos a las novelas de escritores del género, extranjeros.
De manera que son contadas las historias que han superado la limitación de la verosimilitud. Es quizás una deuda interna.
Ya habrá quién tome el desafío y produzca personajes e historias tan exitosas como las de Poirot, Chandler, Camillieri, por nomrbar tres emblemáticos escritores que usaron personajes muy característicos en el género policial o de supensao, y tantos otros.