Vos te vas a México, ustedes a EEUU, vos sos Cardiólogo y vos me secundas, apoyás y votás, todo lo que yo te diga.
Así se ponían de acuerdo los fantasmas, creyendo abarcar el mundo, con la intensión de dominarlo.
Como siempre, el plan les falló por la dificultad que, por siglos, han puesto en duda la existencia de los fantasmas: todos quisieron irse de vacaciones en la misma fecha y así dejaron al mundo sin dirección.
Eran fantasmas que no disfrutaban de la característica del resto de los fantasmas: no depender del tiempo.
Reunión de oportunistas
Muchachos, dijo un fantasma a otro, no podemos seguir así. Vamos a tener que empezar a leer a otros. Esto de leer un sólo autor no nos hace convincentes.
No hay problemas, en vez de decir que somos escritores, decimos que somos médicos. Quién duda de la opinión de médicos.
No hay duda que entre fantasmas se hallan la razón. Luego habrían de convencer al resto de los fantasmas respecto a la opinión autorizada.
Todos los fantasmas fueron, muy contentos, a la Reunión de fantasmas.
Competencias
Los fantasmas tenían una compulsa entre casos asombrosos. Uno dijo: yo conozco un fantasma que resucitó entre los muertos y por 40 días, en vez de pasarla bien, aprovechando que estaba vivo, se puso a hacer milagros, llamó tanto la atención, que lo descubrieron y lo volvieron a fantasma.
Eso no es nada, dijo el otro, yo conozco a tres escritores, dos de ellos catedráticos, una editora, una editorial un cardiólogo y un equis, todos, en toda su vida, han leído a un solo autor. Lo comentan, solo hablan de ese autor, solo están fascinados con ese único autor. Dan conferencias sobre ese único autor. Incluso la editorial ha publicado solo a ese autor y la editora solo ha publicado a ese único autor.
¡La biblia!, dijo el otro fantasma.
No, esa tiene demasiadas editoriales.
¡Entonces he ganado!, mi fantasma resucitado es infalible.
¡No!, al tuyo lo descubrieron. El mío hizo todo eso y sigue tan anónimo como siempre.
Ambos decidieron ir a la Reunión de fantasmas a preguntar quién había ganado la competencia.
Editores
Que los editores son seres sin alma, no es una novedad.Lo que no se sabía es que hay fantasmas que portan esas características; sin embargo y, con todas las dificultades de pasar a la dimensión de los vivos, hay fantasmas que gozan de un privilegio que ningún editor vivo ha logrado: pasar por autor en todo un libro del que ni siquiera es autor.
Este fantasma se supera. Sin haber leído más que un sólo autor, y no figurar en ninguna editorial real, ha tomado el poder y las almas de escritores del mundo de los vivos.El truco es dominar los deseos de los vivos.
Mismo poder de los editores del mundo real. Se ríe de los fantasmas de la Reunión de fantasmas.
Alma de editor fantasma es más astuta que alma de editor real.
Estrategias
El fantasma instruía a sus colegas: la mejor manera de circular por el mundo de los vivos, es controlar las apariciones y desapariciones, dijo, así como la elección de la comunicación con los vivos, lo más fácil: decir que don escritores.
Eso hago, dijo la fantasma, jactándose.
El maestro la miró ceñudo, y dijo: justo un buen ejemplo de lo que no deben hacer, dijo, no usen profesiones de las que no saben nada, porque sus comentarios los denuncia. Por ejemplo, si me refiero al estudio del lenguaje, la literatura, manifestaciones idiomáticas, etc., en qué profesión pensarían...
Los fantasmas quedaron mirándose.
Exacto, dijo el maestro, nunca se hagan pasar por lo que no son si van a confundir piel con satén.
Dicho esto, se fueron contentos a la Reunión de fantasmas aceptando que pasar por escritores era mucho más fácil que ser catedráticos.
Reunión diluida
Muchachos, dijo el fantasma: me comentaron que hay un disidente en nuestras filas.
¿¡Cómo!? Saltaron el resto, a alguno se le cayó la sábana y rápidamente se la volvió a colocar, temeroso de que los otros se hubieran dado cuenta. Uno atinó a preguntar: ¿resucitaron a alguien?
No, dijo el fantasma, ya pasó una vez y terrible lío que se armó. Es otra cosa; uno de nosotros anduvo difundiendo mentiras, con graves consecuencias. Les tengo dicho que no se metan con intelectuales. Si nos vamos a hacer pasar por escritores, debemos ser cautelosos, nos pueden desenmascarar. Algo vamos a tener que hacer, concluyó.
Uno que estaba callado, algo perplejo, agregó cuando todos callaron: es que ya no funcionan los métodos tradicionales como los sustos, lo único que nos queda es difamar.
Ante lo que empezaron a discutir entre sí, sin percibir que generaban una corriente de aire que arremolinaba las sabanas, hasta que las sábanas se les terminaron cayendo a todos...
De miraron entre sí, y se vieron tan patéticos que se esfumaron sin pretenderlo.
Negaciones
Vos dijiste. No, ¿yo?, vos. Dijiste. ¿Dónde? Ahí, en tu comentario. ¿Qué comentario? El tuyo, dice: vos dijiste. No, fuiste vos.
Vos dijiste...
El que sigue vivo cae en cuenta que no se puede interpelar a un fantasma que no sabe leer. El fantasma dijo: pleonasmo.
Nota de la autora: Los fantasmas asolan las redes sociales, cualquier coincidencia con la realidad, no es casual.
