Las expectativas de necesidades de vivienda se basan en el crecimiento poblacional. Cada país cuenta con el factor de crecimiento vegetativo el cual se cruza con la economía local lo que da un resultado aproximado de cómo crecerá la necesidad de la vivienda en los próximos años.
En base a ello, las decisiones de las empresas están en cómo van a satisfacer esa demanda.
Por años hubo un divorcio entre las especulaciones de las inmobiliarias, y la venta de inmuebles usados.
Según valores internacionales en los próximos 4 años se espera un crecimiento en el valor de inmuebles de un 42 por ciento, estos valores dejan fuera economías como la de Argentina en la que cada vez más los proyectos que implican grandes inversiones dejan afuera al bolsillo común que es el que más presiona por el requerimiento habitacional.
Las empresas de financiamiento parecen funcionar con posibilidades que desafían la imaginación, el envejecimiento poblacional, los permanentes cambios en las reglas económicas configuran un panorama incierto.
Debido a factores como guerras, terrorismo, pobreza, hay también un movimiento entre fronteras que altera cualquier previsión, en Latinoamérica, países con escaso desarrollo, supeditados a economías de intervención del país del norte mantiene una situación que hace difícil prever soluciones habitacionales a corto o mediano plazo del conjunto mayoritario de la población.
La globalización propone un circuito de inversiones en los que las políticas globales se interceptan entre sí y permite una movilidad de capitales que acompaña la variación en el crecimiento o disminución demográfica de los países en situación extrema, los que sufren guerras o extrema pobreza.
La inflación es un flagelo que sufren incluso los países del primer mundo, el flujo de inversores en busca de oportunidades no discrimina por factores de seguridad jurídica o política, sino por rendimiento, y esa situación es en Argentina favorable con un dólar alto y políticas de gobierno que han derogado las trabas para adquisición de tierras por parte de extranjeros situación se encontraba fuera de alcance durante el mandato Kirchnerista como forma de protección patrimonial.
Lo real es que la incertidumbre en la ecuación de recursos habitacionales y necesidades de la población es un mal global, el volumen de ganancia que pretenden los diseñadores de los costos de las operatorias parece descentrado respecto a las posibilidades de las poblaciones en general.
La tendencia general es un crecimiento de la renta a costa de un desequilibrio la oferta de inmuebles.
Lo cierto es que en el mundo entero el sector inmobiliario presenta diferentes problemáticas que parecen acompañar el pesimismo que se vive en Argentina.