Cada vez que Macri anuncia un beneficio hay que taparse los bolsillos, seguro que hay que leer la letra chica o esperar, no tardarán las sonrisas en convertirse en mueca; es seguro que el anuncio toma visos de burla.

Hace pocos días, apareció con viejitos informando nuevas normas previsionales.

Macri es transparente, seguramente son medidas que no tienen más beneficios que para él mismo y sus amigos o para tapar aspectos de corrupción.

En especial, el único beneficio que aportó el nuevo anuncio fue para sus amigos militares a los que les subió el porcentaje de jubilación, medida inmediata que evidencia que estaban preparando la presentación para eso.

En el resto del contenido del anuncio, todo falso en lo que expresó. Dijo que todos cobrarían lo que corresponde, aún los que debieron hacer juicio y no lo hicieron sin importar la causa.

En la realidad la “reparación histórica” lo será, pero por otras razones de lo esperado, será histórica en engaños y publicidad.

De los juicios ganados, el estado no “negoció”, sino que está obligando a los que ganaron el juicio a aceptar el cobro en cuotas y con quita, de los 2 millones de jubilados que debían beneficiarse este número es apenas 70 mil.

La “reparación histórica” pariente directa de la “revolución de la alegría”, propuso a los que tienen el juicio en curso, una quita mayor, y la obligación de aceptar bajo amenaza de que se generará una ley o norma, que hará vences el reclamo en 4 años, fecha que se cumple este año, para la mayoría, la idea es coaccionar a los que aún tienen el juicio en curso a aceptar sumas ínfimas, también en cuotas, este número es de 300 mil.

El resto de la gran masa de jubilados, 1. 8 millones, con haberes mal liquidados, la “reparación histórica” implica aceptar sí o sí, bajo la “palabra” Macrista de ajuste de haberes hacia adelante- me permito una carcajada en este punto, una carcajada por no llorar -, una renuncia a juicios futuros o a reclamos retroactivos.

La “reparación histórica”, es además un acto bien visible de sacarse de encima el reclamo del 82 por ciento móvil, promesa de campaña.

Tanto para el resto de los jubilados, que son 4 millones, los que no hicieron juicio o no están mal liquidados, la cosa empeora, porque no habrá reajuste de haberes y el cobro real está por debajo de un mínimo porcentaje de un monto por debajo del nivel de la pobreza.

Y la cosa no termina ahí, para los que están por jubilarse, no podrán hacerlo, se extiende la edad de jubilación 5 años más.

En otras palabras, las medidas que Macri anuncia, con tanta pompa y felicitado en TV no son otra cosa que una forma de eliminar los jubilados del país.

Las malas noticias no terminan allí, viene la parte en cómo financiará esta miseria. Lo hará con su método empresarial al que llama sustentabilidad, la reforma previsional seguramente caerá en lo que ya sabemos que hizo otro gobierno neoliberal, privatización del sistema previsional, las nefasta AFJP que ya sabemos cómo terminó.

Y todo esto para tapar los medios con la cara de viejitos felices mientras intenta pasar el blanqueo de capitales como un acto honesto y de “sinceramiento”, en el que se beneficia a sí mismo, quitándole la etiqueta de delito de evasión, por una parte, beneficio para sus amigos con iguales mañas, ocultar capitales para no pagar impuestos.

En otras palabras, además de minimizar el acto del “blanqueo”, que no es otra cosa que la admisión de un delito, tiene el poder para eliminar a los jubilados con la misma cara con que nos vende la Revolución de la Alegria.