Tiago Ares era un joven estudiante de diseño industrial en la UBA. A los 24 años se le destapó un cáncer de colon que lo llevo a la tumba un año después. No obstante, y con quimio mediante, logró recibirse con 9 de promedio.

A Tiago lo desvelaba una información, que el mayor índice de mortalidad infantil no se debía tanto a la desnutrición, como solemos creer, sino al “colecho” que es cuando los bebés duermen con sus padres. A partir de allí, su sensibilidad, lo llevó a investigar en el mundo entero qué había que hacer para bajar ese índice y así nació después de muchos prototipos, Wawa, que no se pudo usar por cuestión de patentes y se terminó llamando QUNITA. Tuvo la satisfacción, antes de morir, de ver su sueño cumplido cuando el gobierno de CFK lo aprobó y puso en práctica.

Aparte de la Qunita, el kit se completaba con ropa para el bebé, chupete, termómetro, instructivo para la madre, libros de cuentos, sonajero, cremas hidratantes. Estos equipos lo entregan distintos gobiernos como México, Sudáfrica, Gran Bretaña, EE.UU., Canadá. Sin embargo, el mejor equipamiento, idéntico al de nuestro Tiago Ares, es el filandés

Mauricio Macri terminó con el plan Qunitas. Un tiempo antes, Graciela Ocaña y Elisa Carrió hicieron una denuncia contra todos los funcionarios que implementaban el plan sobre la calidad del material y sobreprecios. Por supuesto cayó en el juzgado de Bonadío que mando a quemarlas. La Cámara de Casación no lo permitió y la arrumbaron en un depósito por el cual se pagaba novecientos mil pesos (de 2016) por mes. Gracias a las gestiones del cura Francisco Paco Olivera la jueza Gabriela Baigún consideró que era un escándalo que estuvieran en ese depósito y las entregó para su distribución comprobando que el kit era valioso y útil.

En este momento la causa está en juicio oral y se está derrumbando estrepitosamente, como todas las causas armadas, porque lo peritos encontraron que 1) salvo algunos pequeños detalles de terminación las qunitas son útiles, 2) no hubo sobreprecios, 3) que a la qunita que presentó Ocaña le faltaban 14 de los 42 elementos que componían el kit. 

¿Por qué recordar toda esta historia? Porque anoche el miserable de Marcelo Tinelli señaló al ministro de salud de la Provincia, Daniel Gollán, como un procesado que tiene que dar explicaciones. Echar sombra sobre el buen nombre y honor de este destacado médico, es de una infamia que habla muy bien del “exitoso” conductor que a lo único que se dedicó fue a mostrar culos, tomar a las mujeres como objeto y que tendría que dar explicaciones de por qué el Hospital Garrgaham todavía no recibió las obras que les debe desde 2011.

Tiago pasará a la historia por su contribución a la salud de millones de bebés. Tinelli por ser un miserable presentador que no ha dejado nada.

No es de mi autoria pero comparto cada letra.