Algunos piensan que un cuento corto es lo que ahora se llama Microficción y que no es más que un asunto de moda. La idea es que uno está contenido en el otro, mientras en el cuento formal, la extensión no es una característica, en la Microficción no lo es.
Y cuando se habla de brevedad, no refiere a cantidad de frases, sino a un aspecto técnico en lo referente a la expresión, la concisión.
Como ejemplo de concisión, hay a veces un malentendido en la eliminación de modificadores como los adjetivos que amplía el sentido del sustantivo, o el adverbio que refuerza el verbo, sino que refiere a la concisión en la idea que trasmite el texto, si se indica que “una flor huele mal”; la concisión sería “una flor hiede”, mientras que la palabra flor, simplemente no da el mismo efecto, es un caso en el que el adjetivo es necesario, sin embargo si se refiere a “un gran simio”, bien si cabe se puede apelar a “un gorila”.
De este modo, la concisión es una característica que en el cuento toma otra dimensión, más suelta, menos importante.
Otra de las características del cuento, es que el uso de figuras estilísticas es un preciosismo interesante, un diseño que realza el texto, en la Microficción, la aplicación cambia por efecto de la necesaria concisión, el uso es más riguroso.
En el ejemplo “flor fétida”, daría un oxímoron un recurso estilístico, ideas contrapuestas, la potencia del sustantivo flor, se contrapone a la de la suposición de que pueda oler mal.
No hay particularmente relaciones asociadas al tema que puede tocar la Microficción, algunos las tiene especificadas en una clasificación que cubre un buen espectro en el que desarrollar el género.
La marcada preferencia de textos de Microficción que apelan a la Parodia, es decir reconvertir una versión de otros relatos en clave de humor o ironía, también llamado Reescritura proviene de la comodidad de asentar un golpe de sentido que deviene del conocimiento del texto referente. Esta modalidad debe valerse de una suficiente difusión del texto original, siempre es un riesgo, pero el objetivo es que el sentido se encuentra sólo por su correspondencia con el original, es una forma de escribir un texto más largo, con uno corto.
El que juega con el lenguaje, el Discursos Sustituido, apela al lenguaje, o a sus elementos, o a propuestas lúdicas, como la famosa canción “la mara astaba sarana”, que juega a sustituir la vocales con la a.
Los textos que recurren a mitos o leyendas o relatos urbanos o tradiciones, muy difundidos, y que juegan con los personajes, la temporalidad e incluso con los registros de los personajes, son los que usan la Escritura emblemática o simbólica;
Los que recrean Fábulas o Bestiario, utilizan animales y sus características, en algunos casos las que hacen referencia a relatos populares, o sea no necesariamente recurren a las características antropomórficas; incluídos los de significante vacío, como las Famas y los Cronopios, cuya genealogía no parece que se pudiera definir; los Famas, seres alados que difundían noticias, según el texto de Cortázar, bien podía significar animales o personas o grupos, representan una idea, y se puede recurrir a ellos como interpretación literal de “animal alado”; en la invención del nombre hay una señal que aporta a la intepretación.
Luego están los de Discurso mimético, los que intentan representar la realidad del diálogo, del habla, del coloquio, el texto da la palabra a los personajes, el sentido está en el reflejo que ese diálogo implica en la realidad o en la interpretación a cargo del lector.
Un mismo podrá verse reflejado en uno o más de estas clasificaciones, por la que mezclas de intenciones son una posibilidad que le otorga riqueza.
En el cuento, ya hay diversas descripciones de los aspectos de interés con que se han construido, epifánicos, de final inesperado, de final abierto, etc.; en todos los casos su sentido está cerrado en sí mismo, y debe tener un contenido suficiente para cubrir las relaciones textuales que le den coherencia.
En la Microficción, su sentido no está autocontenido, sino que toma prestado otras vinculaciones textuales; además, tratándose el final o de su objetivo la palabra sorpresa, para el cierre, no es exacta, sin embargo, podría llamarse una conclusión inesperada, algo que justifique su construcción, es por ello que quedan fuera de este género, los adagios, los clishés, las frase hechas, y el sin número de frases que son de moralidad o de enseñanzas, que suelen ser concisos y pretenden referirse a una realidad de otro orden; en la Microficcion se espera una idea compleja, no necesariamente moralista y de preferencia evitar este sesgo, en otras palabras: originalidad.
Lo ideal es que el texto presente la posibilidad de múltiples sentidos, el lector de Microficción, como el que enfrenta la poesía, sabe que hay un mensaje eficiente, una comunicación y diversos sentidos en el corazón del texto.