La reflexión sobre la función del arte es un hito de la modernidad, la evolución de la pintura, la escultura y otras formas del arte, ponen en cuestión valores que la modernidad coloca en cuestión: la utilidad y su contrapartida, el entretenimiento.
Las actividades de los artistas siempre se ven limitadas por estas dos cotas que la actualidad pone en cuestión, el uso que se hace del tiempo es en realidad el hueso de la polémica.
El tiempo es oro, reza el dicho, los artistas transgreden esa frase, que para algunos es un principio en el que involucran la evolución del planeta.
Sin embargo el arte ha superado todas las premisas que se han intentado sobre su importancia, e incluso, ha aplicado la irreverencia sobre ella, utilizando la cuestión del tiempo como motivo e intervención.
El tiempo, según la ciencia es también espacio, y en relación a ambos, la velocidad; cómo hacen los artistas plásticos para circunscribir esos conceptos al mundo plano de la tela. Ese es el logro de cualquier artista: tomar las desventajas y proponer como vencerlas.
Hace poco estuve en una muestra que se hizo en la Casa de Tucumán, Suipacha 140, donde la artista plástica, Silvia Albuixech nos mostraba cómo enfrentó ese dilema. Al final de este artículo, puse el video de la presentación.
El método de la abstracción en la pintura, es una herramienta que permite involucrar temáticas de cualquier génesis, la física, la matemáticas, el tiempo; ver una obra con valores que significan conceptos, en apariencia, tan disímiles y complejos en otras áreas del saber, es, sin duda, un logro artístico destacable.
Sobre todo cuando en las ciencias formales, se busca el límite, la definición; mientras en el arte se va por el camino contrario, la expansión, la libertad de tomar elementos imposibles y llevarlos a la expresión, sin ataduras convencionales, ni de palabra, ni de definiciones.
El proceso de realización de este camino de la expresión personal es sin duda, un camino que no sólo no tiene señales, sino que probablemente se recorre sólo.
Mientas las ciencias formales van por un trazado definido, más largo o más corto, el recorrido artístico es sinuosos, desconcertante, sin guía y sin horizonte. Una apuesta al abismo.
Algunos artistas quedan a medias, desconcertados e indecisos; otros, retoman, se abren a las nuevas experiencias y aprovechan la enjundia de lo inesperado; para ellos, hay un magma enriquecedor que se hace de anarquía y persistencia.
El arte podrá ser muchas cosas, pero que además sea entretenimiento, no es nada menor, ni tampoco descartable.
Imaginen un mundo donde el arte no sea una inspiración y serán melancólicamente neutrales y tristes por siempre.
Para algunos será entretenimiento, para otros, un camino de placer y entendimiento con los elementos de los que se hace la vida, la física, la ciencia en todos sus sentidos.
Estamos hechos de arte y templanza, es una forma de ver la vida e ir por ella sin ataduras.
El arte, es sin duda, salvador, aunque algunos prefieren verlo como un entretenimiento, también de palabras se sirve el arte para soltarse de las ataduras de las definiciones.