Trabajar en una oficina con colaboradores ocasionales o compañeros de trabajo nunca es sencillo, en el sentido de que es importante saber tragarse a veces el orgullo, escuchar a los compañeros, y esforzarse por construir un proyecto en común que sea viable y satisfaga a todas las partes por igual. La comunicación, dicho de otro modo, resulta esencial. En la era de la pandemia, esa comunicación se ha dado a menudo a través de internet y mediante videoconferencias o grupos de mensajería móvil. Pero, en ocasiones, nada sustituye a verse las caras de manera directa y que el diálogo fluya, sin que una posible mala conexión imposibilite entenderse bien en asuntos cruciales.

Afortunadamente, casi dos años después del inicio de la crisis sanitaria, los protocolos de protección presenciales frente al coronavirus en ámbitos de trabajo presenciales están ya más que consolidados y, además, son efectivos. En todas las ciudades y núcleos urbanos, como por ejemplo Vecindario, en Gran Canaria. Y, por seguir con el mismo ejemplo, en todos los tipos de oficina que existen actualmente, siendo uno de ellos el coworking en Vecindario. Efectivamente, las oficinas de alquiler son actualmente una opción de trabajo y creación de proyectos en común por varios motivos.

Primero, son asequibles, algo esencial para autónomos, o empresas recién nacidas con pocos recursos. Segundo, son seguras. No solo porque, como en cualquier ámbito profesional, el uso de mascarilla de seguridad homologada y la distancia es imprescindible, sino porque el alquiler de oficinas en Vecindario ofrece tanto las oficinas en sí, espacios de trabajo totalmente equipados con todo lo imprescindible, como aire acondicionado, ventilación, limpieza y desinfección, de modo que las posibilidades de contagio se reducen casi a cero.

De ese modo, la mencionada comunicación, básica para que un proyecto o una empresa de reciente creación salgan adelante, contará gracias al coworking en Vecindario con el equipo, las herramientas, los recursos y las condiciones mínimas, y no tan mínimas, para sacar todas las ideas adelantes, debatirlas y llegar a consensos muy interesantes. Todo ello sin temer el contexto actual de pandemia, ya que la protección ofrecida es evidente.